Autonomía económica.

 

Para Rosa sería imposible abandonar su casa en Huixtán. Ahí vive con su mamá, que tiene 80 años y su abuelo, que tiene 104 y no se puede mover de la cama. Ella tiene una rutina diaria que le gusta: inicia el día preparando su nixtamal y lo cierra leyendo a la luz del foco que siempre ha estado en su casa. Apenas si tiene tiempo de bordar, porque tiene un trabajo en el ayuntamiento. Ella, como todos los miembros de Kolem, ve con emoción cómo llegan las maestras y se ponen a trabajar.

 

Aún cuando no trabaja para el municipio la vida tiene la misma rutina. Salvo los domingos, que se levanta a las seis, los demás días siempre se levanta a las cinco para que le de tiempo de cocinar, darle de comer a los pollos, asiar su milpa, cuidar a su mamá y arreglar la casa. ¡Ah! y bordar. Ella lo hace regularmente, un par de horas al día, si acaso tres.

 

Ahora tiene la posibilidad de ganar 7.67 pesos la hora. Tal vez un poco más porque es muy diestra para bordar, de las mejores. Pero también le gusta leer y ahora va a saber cuánto gana realmente. Cuánto cuesta el frijol, la milpa y la verdura que produce y cuánto le costaría si la va a comprar al mercado. Cuánto invierte cada día en producirla, cuánto en el pollo.

 

Y cuánto le da el gobierno. A su abuelo, a su mamá, a ella aunque no tiene hijos. Como parte del programa, la entrevista a cada uno de los socios es importante para conocer bien sus necesidades, y también sus posibilidades.

 

Si te gusta Rosita dale "me gusta" y si quieres puedes comprar uno de sus manteles, los más bonitos. Ella ha empezado a entregar piezas de alta calidad.